lunes, 12 de enero de 2015

¿Atacaron los vikingos Pamplona remontando el Ebro?

Siempre se ha mantenido una duda razonable acerca de la teoría que planteaba una posible remontada del río Ebro durante los ataques vikingos del siglo IX a la península ibérica. Las dudas eran múltiples y cuestionaban lo complicado del asunto. Ya que dicha hazaña hubiera requerido remontar el Ebro contra corriente por 62 barcos vikingos, que son los que se describen en las crónicas musulmanas y cristianas de esos años. Pero no solo eso, otra duda razonable, eran las escasas fuentes al respecto. Ya que para llegar a Pamplona remontando el Ebro, los normandos, recordemos 62 barcos aproximadamente. Habrían tenido que pasar por ciudades tan grandes y destacadas como Zaragoza, sin que ninguna crónica contemporánea a esos años los mencionara. Por ello desde hace algunos años la teoría más extendida, era la que planteaba una posible incursión territorio adentro desde las costas cantábricas que llegó hasta Pamplona. Algunos escritores vascos como Mañaricua, plantean el problema de la siguiente forma.

(..) en cuanto al punto de penetración sugerimos como más probable la desembocadura del Bidasoa. Allí estuvo situado desde tiempos romanos el puerto de Oiasso, como lo han confirmado recientemente excavaciones en Irún. Y una calzada romana existente ya a comienzos de nuestra era comunicaba a Oiasso con Pamplona, según nos lo acredita Estrabón. A los invasores se les ofrecería primeramente el curso del río y, con él, el  antiguo camino romano, subiendo a la altura, con toda probabilidad por el puerto de Velate (..)

Como podemos leer, el escritor vascon plantea la posibilidad de que los normandos llegados hasta el cantábrico, utilizaran las costas vascas para dejar sus barcos, encontrando y siguiendo después una calzada romana que conducía hasta Pamplona, donde secuestrarían a su rey.
Melvinger es de la misma opinión, aunque mantiene la posibilidad de remontar el Ebro. En la opinión de Erkoreka, no se puede mantener que el ataque se produjo remontando el Ebro, ya que como hemos dicho, tuvo que ser remontado contra corriente por 62 barcos. Lo que requeriría la hipótesis de que las condiciones del río en el siglo IX fueran diferentes a las de hoy, algo bastante improbable. Además de lo complicado de que esa flota de guerreros en busca de botín pasaran por Zaragoza, Tortosa, o Tudela, sin saquearlas y sin que ninguna crónica las mencione minimamente. Erkoreka por tanto, piensa que tuvieron que acceder desde la costa vasca, Bidasoa arriba, desde Baiona donde había un asentamiento nórdico o, más probablemente, como también piensa Bilbao, proceder de la ría de Mundaka. La cual hubiera servido de descanso a los barcos en la expedición, tanto a su ida hacia el Mediterráneo, como a su regreso. Es decir, los barcos procedentes de Dublín,  que es de donde Melvinger plantea que llegaron esos invasores del año 859 – 860. Repostarían en la ría de Mundaka según Erkoreka antes de ir al Mediterráneo. Y a su vuelta, una vez más descansando en Mundaka, planearían el ataque a Pamplona utilizando para sus soldados la calzada Romana mencionada por Mañaricua. Llegando hasta la llanura alavesa y atravesando el pasillo natural de Sakara. Llegando hasta Pamplona, asediando la ciudad, secuestrando a su rey, retirándose con los cautivos nuevamente hasta Mundaka negociando desde allí el pago de rescate.

La historia nos cuenta, que el rey fue rescatado bajo pago de 90.000 dinares de oro, quedándose cautivos sus hijos. El escritor holandés Dozy subraya que el desembarco de los “madjus” (vikingos) fue en la costa Cantábrica, dato que parece quedar reflejado en una crónica árabe de la época, los anales de Ibn-Hayyán, quien menciona al rebelado Sarabanki, (..) bajo reinado de Mohammed , los Madjus desembarcaron en la costa occidental de España, lo hicieron prisionero, y lo rescató un mercader judío creyendo hacer un bonito negocio (..)

1 comentario:

  1. No existe ningún dato histórico real sobre el ataque de vikingos a Pamplona, solo un comentario de Iba Hayya escrito 100 años más tarde así que no deja de ser un bonito cuento

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